Semana 11: Thor

01.06.2011 15:40

 


Los días pasaban y los asgardianos se ponían cada vez más inquietos debido a la falta de cosas por hacer en su nuevo hogar. Balder organizaba competencias de lucha cuyo premio eran suministros de hidromiel...sin embargo, era bastante claro, tanto como para él como para Loki que esa pequeña distracción no los mantendrá ocupados ni satisfechos por mucho tiempo. 

Mientras tanto, en la tierra, Donald Blake se reunía a cenar con Jane Foster. Su primer encuentro desde que "regresó" a la tierra no había sido el esperado, así que buscaba arreglar las cosas entre los dos.

Loki y Balder seguían hablando sobre que era lo que deberían hacer. Balder se negaba a impulsar a sus hermanos asgardianos a que incursionen en la tierra, pues consideraba que se encontraba aún "muy lejos" para ellos. Esto no impidió que Loki, con veneno en cada una de sus palabras, insista en lo contrario. Su conversación fue interrumpida por un mensajero, que llegó para avisarles que había un duelo de sangre en el patio principal.

Cuando Balder llegó al lugar de los hechos ya era demasiado tarde. El asgardiano había apuñalado en el corazón a su oponente con su lanza...causándole una muerte instantánea.

Asgardiano: No...no lo entiendo...no debería haber resultado tan gravemente herido, él...

Balder: ...está muerto. 

*Balder sostenía al difunto en sus brazos.

Balder: ¿No lo entiendes? ¿No lo entiende ninguno? Mientras estemos en midgard, somos más vulnerables. El toque de la muerte es mayor. ¿Cómo ha ocurrido esto?

El otro implicado no lo recordaba...había sido una pelea de borrachos...

Balder: ¿Así es como honramos el don del renacer, quitando vidas y malgastando las nuestras?

Loki: Es una pregunta justa, mi señor Balder. Pero aquí tienes otra. Si una vida no es solo hacer tiempo entre comidas...si no hay oportunidad para el verdadero valor, la verdadera batalla...si los días y noches de nuestra existencia son los de un pájaro en una jaula de oro...¿De qué sirve la vida? ¿De que sirve ninguna de nuestras vidas?

Donald fue a dejar a Jane a su hogar, y mientras caminaban por la calle escuchó en las noticias que ese mismo día era el aniversario del primer año de la muerte del Captain America. Una vez que estuvo solo, Donald se dirigió a la estatua del Captain y antes de golpear su bastón contra el suelo, él mismo le dirigió unas palabras a Steve...

Donald: Yo....debería quitarme de en medio, dejar que hablen los dos. Pero...quería decir...que puede que no te conociese como él...que no luchase a tu lado como él....pero lo que hiciste...lo que eras...lo que defendías....para tipos como yo, significó algo grande. Y solo...quería que lo supieras. Y ahora me quito de en medio.

Donald golpeó su bastón contra el suelo y Thor lo reemplazó...

Thor: Polvo. Tierra. Muerte. Vacío. Aquí no hay nada de su espíritu. Una vez juraste sobre este martillo, que puede perforar los nueve mundos y penetrar el velo entre la vida y la muerte, que si alguna de nuestras voces se alzara invocándonos, acudirías, aunque todas las fuerzas del cielo y la tierra se interpusiesen en tu contra. Y me pregunto...si aún puedo encontrarte, ahí en las tinieblas...si aún puedo oír las palabras....¡VENGADORES REÚNANSE!

Thor alzó su martillo hacia el cielo y un relámpago cayó sobre él. Sin embargo...no pasó nada.

Thor: Nada. Entonces sí has desaparecido, y no queda nada que...

Captain America: Hola, viejo amigo...

Un espíritu encapuchado, cuyo rostro era tapado por las sombras y con una estrella que brillaba intensamente en el pecho apareció sobre las velas y flores que habían dejado bajo la estatua del Captain America. Era Steve Rogers...

Captain America: Ha pasado mucho tiempo...es tan extraño...incluso en la oscuridad y el frío....tan frío y tan oscuro como el fondo del mar...que pudiese sentir tu regreso. Me hizo feliz saber que seguías vivo.

Thor: Y tú...tuviste la muerte de un guerrer, deberías ser bienvenido en el Valhalla. ¿Por qué aún vaga tu espíritu?

Captain America: No lo sé...quizá porque nunca creí en Valhalla.

Thor: El cielo de un guerrero lo dan los actos, no las creencias. Las estrellas no nos piden nuestra fe antes de sonreirnos.

Captain America: Quizá. ¿Por qué me has invocado?

Thor: Los insultos y los accidentes pueden ser vengados, las heridas curarse, pero el asesinato no. Lo he pensado mucho, y si quieres que actúe contra los responsables de tu muerte....serás toltamente vengado. Dilo y así será.

Captain America: No. Aún siento el mundo, Thor. Y ha habido demasiado dolor y muerte por lo que ocurrió aquel día. No añadiré más. No tengo cuentas que tú debas saldar, ni arrepentimientos. Excepto...toda mi vida luché por convertirme en un símbolo. Un símbolo de todas las cosas buenas acerca de este país, todas las cosas que amaba. Y ahora están intentando convertir ese símbolo en lo que más les conviene, lo que mejor les vale para los planes políticos de uno u otro bando. Les oigo hablar constantemente...a los medios, a la prensa...no lo entienden. No era política. Se trataba de mí. Se trataba del país. Siempre se trató del país. Pero no pueden oír la verdad por encima de sus propias voces.

Thor: Debería liberarte pronto, devolverte allá de donde viniste, pues hay algunas puertas que ni siquiera yo me atrevo a mantener abiertas demasiado tiempo. Pero antes hay algo que debo decir. He vivido muchas edades del hombre, Steve, siglos sin fin. He visto a muchos grandes hombres y he conocido incontables honores. Pero el mayor de esta alma anciana y cansada...ha sido el privilegio de luchar a tu lado y llamarte amigo. Que la gracia y la paz estén contigo hasta el fin de todo.

Captain America: Que sigas bien, viejo amigo. Adiós.

Y el espíritu de Steve Rogers desapareció lentamente. En ese instante, Thor voló hacia el espacio exterior, y, usando sus poderes, generó una onda estática, causando que todas las radios, noticieros, todo tipo de emisión por satélite quedara en silencio por 60 segundos. Un minuto de absoluto silenció. Después, regresó hacia la estatua de Steve...

Thor: Te envié en gracia y paz, pero no puedo darte la gracia. Sin embargo, puede darte un momento de paz ante los buitres.

Continuará...